La gestión de las cuotas de los jugadores es una de las actividades que consume más tiempo de trabajo en un club deportivo. Es una tarea ardua y farragosa que, además, se extiende a lo largo de toda la temporada y es una fuente prácticamente inagotable de problemas para los clubes.
Cada club gestiona el cobro de las cuotas de distintas formas, aunque por lo general hay una cuota anual que se cobra de forma fraccionada, ya sea mensual, trimestral, semestral… el problema está en las dificultades que aparecen a la hora de realizar dichos cobros.
La mayoría de clubes deportivos cobran las cuotas mediante domiciliación bancaria. Esta forma de pago consiste, básicamente, en que los padres y madres de los jugadores indican un número de cuenta bancaria y autorizan al club para que este realice el cobro en la fecha estipulada.
El proceso es el siguiente. En el momento de inscripción del jugador, los padres le dan al club el número de cuenta en el que solicitan que se realicen los diversos cargos de la cuota. Luego, con anterioridad a la fecha estipulada para pasar el cargo, el club debe preparar las remesas domiciliarias.
Las remesas domiciliarias son archivos que contienen varios recibos, y sirven para agruparlos y así facilitar su cobro simultáneo. Las remesas simplifican el trabajo del club, pero en cualquier caso obligan a este a generar las remesas, una tarea que muchas veces resulta desesperante: el encargado debe seleccionar los cargos correspondientes, buscar los datos de los padres, agrupar todos los recibos en la remesa y entregársela a su entidad bancaria.
En un escenario ideal, los cargos se realizarían con normalidad y el club recibiría la totalidad del dinero. El problema es que, cuando se gestionan muchas cuotas, lo habitual es que lleguen varios recibos devueltos, generalmente porque el pagador lo rechaza ante la posibilidad de quedarse sin fondos en la cuenta. Cuando se produce una devolución de recibos, el coste de la devolución recae sobre el emisor del cargo, en este caso, el club, que acaba encontrándose con nuevos gastos añadidos.
Todos estos posibles problemas pueden solucionarse con la plataforma Cluber, que permite ahorrar tiempo (facilitando la gestión y programación de cargos) y dinero (evitando los recibos devueltos).
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